domingo, 22 de marzo de 2009



El anciano caminaba solo, bajo un sol de treinta y pico de grados - las naves que andan la arena le rozaban la boina y lo obligaban a parar cada tanto, por si acaso..

Huia de su rutina o buscaba a largo plazo sus sueños desviados por el viento del sudeste, hacia Ostende,

Al puesto de guardavidas que se ve de fondo alguien lo llamo Guardianes del viento y era cierto, solo el viento nos quebraba cada tanto haciendonos buscar refugio en esa casita amiga y precaria, nacidos para observar- el estio del verano que los demas parecian disfrutar y que solo nosotros bebiamos gota a gota con el fino paladar del que sabe..

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